miércoles, enero 30, 2013

Capítulo España: Sevilla

SEVILLA


Ese fue mi segundo encuentro con los naranjos andaluces. Y es que llegar a una ciudad que parece invernadero no tiene comparación.
Recuerdo perfectamente que el taxi nos llevó al hotel y en el camino yo creí estar alucinando. Sabía de la tradición, de ese dato especial de la urbe, pero no imaginé que fuera así.
Desde luego, pueden justificar todo sabiendo de mi cansancio... El clima intimidante, recorrer las ciudades a pie, cargar mi mochila a todo lado y comer dos veces al día... Sí, me gusta tratarme mal en los viajes...

En fin, regresando a Sevilla...


Desde la Giralda, los alcázares, la Catedral y la Plaza España... desde todo sitio puedo afirmar que me sentí como una turista completa. No pude sentirme sino marginada por la ciudad, por su historia, por todo... Y eso que pasé varios días allí.
La conexión que suelo tener con ciertos rincones del mundo es bastante especial y sucede con relativa frecuencia. Sin embargo, no sé por qué, con esta ciudad todo fue muy ajeno.

Pese a que no tuve un llamado de la tierra (jajaja) lo cierto es que no puedo dejar de comentar sobre lo admirable que es la ciudad.

Giralda, Sevilla


Lo primero: La Giralda. Sí, lo confieso, hasta antes de llegar a Sevilla en mi vida había leído algo sobre la ciudad. Así que tuve que culturizarme en modo flash. Resultó ser un campanario, mitad almohade, mitad renacentista. Como es de esperarse, en sus tiempos sirvió para el llamado musulmán a la oración y para los católicos la misma historia. Por su altura, fue usada como atalaya, como reloj, como veleta y como pararrayos...

La catedral pues es una obra maestra gótica, enorme como solo ella puede y, desde luego, fue construida sobre bases de mezquita. Eso, por ejemplo, es lo que me enfada un poco de la raa humana... siempre edificando sobre el pasado... en lugar de edificar a un lado! jajaja

Lo segundo: La Plaza España.
Bien, aquí sí que nos dimos gusto con mi hermano en sacar fotografías y reírnos un poco. Pues, como bien dice el nombre, se trata de una plaza, semicircular, enorme, impresionante... Con canales de agua, con puentes, con un espacio dedicado a cada provincia española. Allí, en cada espacio, se ha adornado con azulejos y bancas y es posible observar momentos históricos y mapas sobre la provincia...

Creo que dejaré las fotografías en lugar de hablar mucho sobre ellas... y, para los que pregunten el por qué fue JAÉN la provincia que escogí, tengo una buena respuesta: Santi Rodríguez y sus mochuelos.
















Capítulo España: Cádiz

CÁDIZ
Catedral de Cádiz

Tenía muchas deudas con esa ciudad, muchas promesas construidas, muchos sueños que ahogué en ese mar.
Cádiz, que en realidad es una islita unida al continente, me supo más a soledad que a otra cosa.
Como todo puerto, seguramente allí también, como yo, muchos tantos hicieron despedidas y perdieron esperanzas.


En sí, la ciudad me pareció silenciosa... pero es que se me ocurrió llegar a Cádiz en primero de enero, donde todo estaba cerrado... Fue mejor así, quizá no habría sido llevadera mi estancia con ajetreo... tuve mi tiempo para pensar, para sentir, para extrañar y hasta para escribir.

No me dediqué extensamente a la fotografía en la ciudad y es que tuve que saldar cuentas, más que nada con el pasado que se me fue de las manos...

Ya lo dijo el poeta gaditano:

"Pero tú sabías
que el amor que nunca acaba en nada
es que que no se da del todo"...
Y yo, lamiéndome las heridas de lo cobardes que fuimos, de lo pobres que fuimos (ni un solo dólar, ni un solo euro para hacernos realidad), cerrando las cicatrices de lo inocentes que fuimos, cerré un capítulo de mi vida en el puerto, en sus olas, en la Catedral.


"En el querer importa más el cuando que el cuanto"
 
Así sentenciaba también ese mismo poeta gaditano que una vez me atrapó en sus ojos y me ahogó de ilusiones, de versos...
 

 
También hacía frío, un frío que me impedía la movilidad fácil, que me dejaba con la nariz lastimada... ese frío húmedo como húmedo era mi rostro cuando le lloré, cuando hicimos promesas de parasiempres...
Por eso, la entrada que hace alución a Cádiz no es sino una entrada pretexto para poner aquí unos pedazos de la carta-poema que escribí allí, en esas calles, en ese silencio...
Empecé así el año, diciendo:
 
Ahora comprendo porqué te empeñabas tanto en que tuviésemos nuestra casa frente al mar...
Ahora que estoy rodeada de felicesañosnuevos en el corazón de Cádiz me termino de arrancar nuestra vida.
Te dejo la felicidad, desnuda, en la puerta de la Catedral que grita desde sus campanas que se acabó, que me dejaste para siempre, que no soy más que un nombre que se te repetirá en las navidades y que olvidarás conforme se te mueran otros versos en otros labios, en todas las mujeres que ocuparán el sitio que solo reservas a tu soledad.
Estoy en Cádiz, gaditano, doliéndote sin que tú lo sepas, abrazada al frío que llega con la marea, con tu nombre en mi cabeza...
Lo que ya no fue, lo que no quisiste que sea, lo que se va a podrir en las almohadas y el miedo llamará "pasado".
...
Pasaba por allí imaginando a Daniela... Nos imaginé felices, resueltos a llevar a cabo por fin el punto de la familia que soñamos, donde nadie iba a tener atrasos ni prisas. Felices, como dijimos años atrás, como cuando aún te importaba trasnocharte por mí, pensando que el amor iba a durarte.
Pero ya lo sé, ya. El amor se te fue como los campanazos de este enero. Lo que sentías por mí, todo a la mierda, lo sé, más rápido que fumarse otro tabaco a la madrugada, más rápido que quejarnos del trabajo y de arrepentirnos por los tantos años de relación que llevábamos encima.
...

Capítulo España: Córdoba

 
CÓRDOBA
Vista de la ciudad desde el Alcázar
 
Sí, en efecto, mis vacaciones por España fueron completamente destinadas a recorrer por Andalucía (o lo que pude abarcar de este pedacito del mundo).
Córdoba fue la primera ciudad que visité tras un par de días en Madrid. Debo admitir que esta ciudad, capital de la provincia que lleva en mismo nombre, es por largo una de las ciudades que más encanto han provocado en mí.
Alcázar de los reyes cristianosSe siente profundamente la mezcla romana y musulmana, abunda ese aire a "histórico" y bello... a talento, a cultura, a misterio.
Lo primero que visité fue el Alcázar de los Reyes Cristianos. Si bien el clima no era para nada favorable (lo sé, soy animalito de trópico) el paisaje pudo más, la sorpresa pudo más y me quedé perdida en tremendo monumento.
Aunque tuvo en sus inicios una intención militar hoy en día es un complejo arquitectónico exquisito donde resalta no solo el buen gusto en cuanto a los jardines y patios que impresionan, sino que también el mudéjar empapa y asombra. Desde ciertos ángulos se puede tener la visión que es casi cuadrado el conjunto y eso se debe a las cuatro torres que lo refuerzan.
Por dentro no hay tanta opulencia como me hubiera imaginado, sin embargo, el exterior del edificio alberga una cantidad impresionante de vegetación y paz. Mi primer encuentro con los naranjos andaluces fue allí... mi despertar en España fue allí.
Más tarde, aquel mismo día, estuve en la Mezquita/Catedral... (Sí, ese homúnculo de jean y camiseta negra con bufanda soy yo... Congelada, haciendo maromas por sobrevivir al invierno... pero feliz).
 
Herencia del esplandor del califato cordobés, no puedo sino resumir mi visita allí hablando del bosque de columnas, de lo atractivo que resulta todo... y de lo extraño que es encontrarse con el pedacito católico. No, no los juzgo, pero vaya si no tenían diferentes concepciones artísticas. En lo personal, me gustó mucho más el toque musulmán que el católico... pero ¡qué se le va a hacer!
 
Bosque de Columnas
Mihrab, Córdoba

Admito que el mihrab (quizá sea la falta de costumbre... claro, no veo uno todos los días) me dejó más que cautivada... Seguramente a su alrededor estarán escritos trozos del Corán, quizá (y stoy casi segura) se citará a Allah muchísimas veces... Es hermoso, precioso... único.
Ya desde ahí empecé a sentir esa necesidad por conocer más de cerca el mundo islam... sabía que Egipto iba a ser un encuentro cultural intenso.
Luego, pasar el puente que atraviesa al Guadalquivir, sentarme a mirar la ciudad un poco lejos... Volver a chocar contra lo romano, lo musulmán, lo ahora español... todo ese mestizaje.
Definitivamente Córdoba es una de esas ciudades en donde me he quedado y debo, obligatoriamente, volver.
 
Vestigios de ciudad, CórdobaDesde el puente, Córdoba

 


 
 

Lo que quedó de mis vacaciones 2012 - 2013


Sí, lo sé. No hay justificaciones para estar en silencio virtual por tanto tiempo. Si debo ser completamente sincera admito que la pereza sigue siendo un tema de peso en mi vida.
Terminé la facultad y arreglé mil problemas antes de poder viajar. Solo pude presentarme a uno de los tantos hospitales de mi ciudad para el año de Internado Rotativo y espero, de todo corazón, haber aprobado el examen de ingreso con algo más que una buena calificación. (Sigo a la espera y quizá, con suerte, la siguiente semana tenga el resultado definitivo).

¿Qué pasó durante estos meses en mis vacaciones? Pues bien, el plan estaba ya diseñado desde agosto más o menos... La idea era ir a España y a Egipto en poco más de 15 días... Lo logramos.

Trataré de poner las fotografías y comentar las cosas que viví en cada lugar... Debo admitir que ninguna de las dos partes de mi viaje fue como yo esperaba... España me dolió en más de una forma, pero aprendí a dejar el pasado de lado... Ya comentaré en su oportuno momento.
Egipto, por el contrario, sobrepasó mis expectativas aunque no logró obsesionarme ni volverme loca como me imaginé. El choque cultural que viví en tierra árabe musulmana es una experiencia que también amerita ser discretamente analizada...


En fin, voy poniendo en entradas separadas para no convertir esto en una insoportable letanía.
Palabras y fotografías,

baietz a mis vivos.
Belén Jaramillo de López
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