Fragmento de un regalo, del poema que le escribí alguna vez al Poeta que me ha mantenido a flote de la cordura. Érase una vez el Poeta al que yo amaba... y que amo también. |
"...
A mi
bandera de pretextos,
a mi
ebriedad de madrugadas y cafeína,
a mis
gestos cotidianos les haría falta una buena dosis de ti
para
que me resulte de una vez por todas
eso de
endulzarme las mañanas con tu nombre
y
esperar a que el chirrido de las tardes oxidadas
me
devuelva la vida en tus suspiros.
..."
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