jueves, marzo 08, 2007

A días de todo //fotos: (by FARP) Ciudad Vieja, Praha - (by MDBV) Fernando y Belén, Jasna Góra


Resumo y no hago de mis días otro gerundio más...

El sol por fin se cuela como saludo y por primera vez en mi vida noto cuan difícil fue dejar de oír las aves cantarle al alba, o a los cuervos buscar comida, o a las palomas estrellarse contra todas las ramas del mundo.

Al fin entiendo lo que fue vivir sin insectos y ver cómo se sobrevive el invierno... ver la nieve y no ver nada más que agua congelada en cada esquina de la memoria, sentir que todo desciende, como el estado de ánimo o los precios de algunas cosas...

Estar en Praha te da esa sensación de Comunismo, estar en sus trenes te da vientos de aires viejos y Polonia es sin duda un lugar magníficamente parecido a casa... claro, porque allá queda la familia y las sonrisas... no es que conozca mucho de ellos, pero son sangre y son parte de mi vida como de mis tesoros los más bellos.

Le debo muchas cosas que son motivo de alegría a Czestochowa, a Krakow y a un sin número de segundos entrelazados por un abrazo... y la sopa de tomate... solo unas pocas personas me entienden de lo que hablo, pero sin lugar a dudas, la foto dice mucho más de lo que podría normalmente comentar...


Se imaginan una iglesia hecha de sal a 130 metros bajo tierra? No, yo tampoco podía creer que esas cosas existen... pero Polonia se lleva los aplausos... y los saludos fraternales al Jasna Góra que, con toda certeza, me tendrá allí más de las dos veces que ya me ha visto...

El Vltava se lleva mis suspiros y mi familia en Polonia se queda con buen tajo de mi corazón de viaje...
Kundera se eleva entre mis ideas y se mezcla con mis sensaciones, pero Fernando, Pamela y Dorota son algo más que una simple conversación a medio tiempo...
Tengo impresiones y estoy contenta de todo en estos días... la música me calma y aunque llueve todavía, aunque no estoy completamente satisfecha con todo lo realizado, lo cierto es que de cada experiencia y de cada persona aprendo siempre algo nuevo y sobre todo, con cada cosa que sucede en mi vida, aprendo que sigo latiendo y que, desde luego, siempre se puede amar.
Praha, Polska, Liège...después mi almacén de nombres solo se recordará en las calles que mi vieron, en las piedras que me contaban sus ruinas, en los desastres y en las gaviotas que persiguen como yo alguna cosa más importante que el sol...
No soy poeta pues los días me van transtornando, pero al menos estoy feliz...contenta y estrenando nuevos roperos... hoy me dejé llevar por el tema este de sentirnos contentos en buena demostración...
Un litro de jugo de naranja como aperitivo... mi sangre es amarilla después de hoy
Dedicatoria especial a mi familia hermosa...no solo a quienes vi en Polonia, sino a todos quienes hacen posible mi estadía aquí...
Santa Belén de la Espina, congregación Huisache
(Gracias Carlos por el detalle)