lunes, febrero 01, 2016

2016: Sobre lo Académico y Laboral

La medicina no fue precisamente lo que yo pensaba. Desde luego no se parece en lo más mínimo a lo que hubiese querido o quiero.
Es una carrera áspera, llena de ambientes y gente hostil (por no utilizar peores adjetivos calificativos).
El grado de satisfacción después de las horas de trabajo se ve en relación indirectamente proporcional al nivel de autoestima ("me siento más satisfecho mientras menos me quiero"). Al menos eso pienso firmemente. De qué otro modo, sino, se explicaría que sacrifiques tu vida, tu familia, tu tiempo, por gente a quien no le importas y que en contadas ocasiones te agradecerá todos tus años de estudio, tu dedicación, tu esfuerzo.

Pero mi decepción ya la asimilé. 

No, definitivamente no me llena mi carrera. Pero nunca pretendí que lo hiciera en realidad. Tengo muchas más cosas por las que vivir, definitivamente. La medicina, mal que bien, me ha permitido conocer gente y situaciones que de otro modo jamás habrían cruzado por mi vida; me ha traído de regreso a Europa y con certeza será el móvil para conseguir sustento cotidiano.


Estoy a cinco días de enfrentar un examen de oposición. Jamás me preparé tanto para un examen, nunca le dediqué tanto tiempo a una sola actividad y nunca me desconecté tanto de aquellas actividades que me gustaban con el fin de "procurarme" una mejor capacitación. Bien, los exámenes de oposición no demuestran qué tan bien preparado está un profesional, lo que hace es discriminarnos entre quienes podemos resolver su examen tipo test y quienes no. Obviamente, se intentará medir conocimientos básicos de medicina... en base a preguntas recicladas (en su mayoría) de años anteriores.

No considero que se haga demasiada justicia con este tipo de evaluación, pero tampoco estoy en posición de emitir queja alguna. Si hay alguna suerte de justicia en mitad de este proceso, que esté en relación con las horas invertidas y las ganas puestas, con la determinación de cada día dedicado a ello.

Mi caso particular es el de una médica general que desea trabajar en el campo de los Cuidados Paliativos y la Terapia del Dolor, especialidades que por desgracia no son consideradas como especialidades académicas de postgrado inmediato, sino como másteres. Es por ello que mi aspiración actual va persiguiendo el título de Médica Familiar y Comunitaria o Médica del Trabajo. Y como siempre, me intereso más por las ciudades que no han tenido amplia demanda o que no han conseguido llenar su cupo en las últimas convocatorias. Ir a donde más se necesite e ir con buena actitud.
(Coinciden estas ciudades con el norte geográfico de España. Concretamente Asturias y Galicia son las CCAA que hemos seleccionado como candidatas)

Por ahora, a cinco días de ganarme un puesto de entre los seis mil y poco más, me enfoco en mantener la constancia y la calma. Recordar que cada piedra de mi anillo representa a una persona importante en mi vida, y que el topacio soy yo recordándome mis promesas conmigo misma.


Abuelo, madre, padre, hermano, Alejo.
Estamos a muy poco de alcanzar ese otro escalón planteado como posibilidad.
Y si no, pues las opciones derivadas de esta decisión que me ha traído a Europa son tan variadas y correctas, que con certeza me llevarán al sitio donde debo estar.