Habrán días y también sonrisas...nadie lo va a negar. Nadie puede tampoco quitarnos lo que sentimos ni esas alas con que soñamos y volamos lejos...
Sin embargo, pese a todo el esfuerzo que podamos poner, las circunstancias siempre nos dejan una huella... una marca imborrable que podemos ocultar, pero no desaparecer... Así, de a poco, voy ocultando ciertas particularidades para dejar espacio a otras nuevas... entre rasguños y lunares, todo lo que vivo va enfocándose en el eco de lo que fuese mi futuro... de lo que será mi pasado...
Al final de cuentas, entre sostener correspondencia, entre corresponder, entre pertenecer, entre vivir, entre mentir, entre sentir, engañar, añorar, desear, lamentar, sonreír... solo sé que tengo un corazón...
La vida me enseñó que si se tiene un corazón hay que compartirlo, no juzgarlo ni reclamarle... solo compartirlo y vivir...
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