Es increíble ver con qué facilidad nos vamos agotando. Ver como lleno días y luego me agradecen cosas que no saben comprender... dar tiempo, como si yo tuviera tiempo para dar... esperar que crezca, que florezca, que madure... Muy difícilmente veré brotar algo de este pedazo de tierra, de carne, de vacío, que me quieren ahuyentar.
Me dicen que me persiguen, que en alguna intención no comprendida, me tiene fichada tu nostalgia... Me dicen que me odias y a veces hasta me extrañas...
Me dicen tantas cosas mientras yo sigo tachando los días del reloj...
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