domingo, noviembre 11, 2007

Mi vicio, tremenda desgracia en poesía,
vacío inmenso de sueños...
Retazos, insolentes llamas, desacuerdos...
Me veo silenciada por el compás de tu boca.
Destino afilado, lluvia que nos separa.
¿En qué oscuridad pensé hallarte?
Ah, universos latentes y sueños inmersos en vacío...
Temporales, notas, caudales...
Y al final, siempre,
tu boca... esa que el viernes supo despedir.


Atravieso un tiempo lejano, unos días grises...
atravieso la calle...
de la puerta a la esquina.

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