viernes, diciembre 21, 2007

Hace mucho que...

Hoy, buscando sustanciales verbos, me topé con viejos cuadernos de papeles inútiles y marchitos.
Mi desorden no es comparable a ningún otro, pero cómo me gusta acceder a su encanto...

Copio a continuación esto que no me recuerda a nada, sinceramente... pero que algún motivo debió tener... escrito hace ya cinco años...


Yo no sé cómo, pero atinaba a encestar una mirada fija a la madera que se veía del otro lado de los ojos vacíos de mi máscara. Puesta en mi escritorio, como testigo mudo de mis vivencias, creí que ella podía observarme más de lo que calculé.
Fue una imprudencia casual, por no exagerar y decir un fatídico accidente...
A partir de entonces, las cosas empezaron a cambiar. Ya no habían dudas sobre nuestra existencia, sin embargo, aún les faltaba comprobar en el rango de la realidad, qué tan verdaderos eran nuestros cuerpos.
Los ángeles han visto tantos milagros, que finalmente desarrollaron el escepticismo contra su dios...
Belén... de nubes y destellos

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