lunes, junio 15, 2015

Crónicas de Madrid

Crónicas de Madrid
(or "About a Kitten and a HugeTigerCat")

A medida que lo iba observando, tras los primeros minutos que se sucedieron al abrazo, sentía como el miedo era devorado por una admiración profunda. Su rostro le resultaba imposible de perfilarse a mi imaginación. Jamás hubiese atinado a reconocerlo en otro sueño que no fuese ese que nos acababa de suceder. Su cuerpo es ágil, violento y ligero, llevando el toque ideal entre lo felino, lo humano y lo imponente.
Dejé de temer y empecé a sonreírle con mi sonrisa desnuda, abriéndole las puertas de mi vida, de mi boca, de mi propia voz muda hasta ese momento.

Tomar su mano sentados en el metro fue otra de las experiencias que parecen difíciles de relatar. Fuera de la realidad, desconectada de cualquier “alrededor”, solo sentía como su piel y la mía parecían conocerse desde hacía mucho tiempo.

Mi mano entrelazando dedos e historias con su mano, apoyadas ambas sobre su rodilla izquierda… si eso no era la comunión de dos irracionales que habían escapado de la furia de lo improbable, nada más en este universo guardaría razón a partir de ese momento...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un par que no se junta como si se conocieran desde antes, sino porque se esperaron separados toda la vida antes de haberse juntado.