DE UNO DE LOS CUENTOS EN VOZ DE LOS DE "LA CANALLA"...
- - ¿Qué ha de hacer un hombre para que lo ames eternamente? – le pregunté.
- - Entregarme el corazón – dijo ella.
Con las mismas, metí mis manos en mi pecho y arrancándole de cuajo, lo puse sobre la suya y le volví a preguntar:
- - ¿Qué tendría que hacer para que dejaras de quererme?
Miró mi pecho vacío, tiró el corazón al suelo y limpiándose las manos de sangre me dijo mientras se marchaba:
- - No tener corazón.
- Desde entonces, desde entonces voy maltrecho por este mundo mundano con un vacío en el pecho y el corazón en la mano.
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