jueves, diciembre 27, 2007

Abriendo puertas...

"Tener un sitio para desbordarnos completos, desnudos... para poner todo lo que nos venga por las ideas y las venas, todo lo que nos palpite desde las pestañas hasta los labios, por los dedos hasta los cabellos!!! Debemos empezar a crearlo, a exprimirlo, a ponerlo al sol y reírnos juntos...en versos, en letras... en pedacitos de aviones de papel o en suspiros, en imágenes... "

Esto, como parte de una carta con la dirección norte... cuando al fin alguien me da sus coordenadas y tengo destino para mis versos extraviados...

Tengo un amigo, un corazón, un sueño que habita al otro lado del mundo, una caricia que trepa desde el sur hasta mis muslos, tengo un gato, la pereza, una guitarra sorda y un piano burlón. También tengo dudas, y ganas... tengo poesía que compartir y hoy, tengo con quien volver a hacerlo...

Para no alargar la historia que por cierto está larga y debe serguir creciendo, son pocas las letras que conservo de su puño y letra, pero son grandes las palabras que nos han ido uniendo... desde que compartimos el extravío de una de mis cartas, hasta que tengo otras miles aguardando por llegar a sus ojos...

Hoy, él anda por el manso norte mexicano... dejó Oaxaca y ahora, sobre otra nube, parece que todo va a seguir bien...

¡Qué hacer, Saa! Si te estoy "agradeciento" desde aquí...

Santidades y otros decires... un rezo desde mi altar... jeje

SOMOS MÁS QUE MÁS

2 comentarios:

Carlos Saavedra dijo...

Abrir las puertas de la presencia y nunca preocuparse por las llamadas puertas del olvido. Abrir lentamente el camino de las santidades, de los pecados, de los encuentros casi siempre nocturnos de nuestras intimidades, sin que nadie se entere, ni siquiera mnosotros nos enteramos de ese ambiente donde el más que más somos ambos y esa parte me gusta como todas las cosas que vamos compartiendo y no me agrazcas santa, mejor disfrutemos ambos, que la vida nos fue hecha para eso, no hagamos que tenga un sentido diferente...

Carlos Saavedra dijo...

Abrir las puertas de la presencia y nunca preocuparse por las llamadas puertas del olvido. Abrir lentamente el camino de las santidades, de los pecados, de los encuentros casi siempre nocturnos de nuestras intimidades, sin que nadie se entere, ni siquiera mnosotros nos enteramos de ese ambiente donde el más que más somos ambos y esa parte me gusta como todas las cosas que vamos compartiendo y no me agrazcas santa, mejor disfrutemos ambos, que la vida nos fue hecha para eso, no hagamos que tenga un sentido diferente...