sábado, diciembre 31, 2016

Volviendo a las terapias de la lectura

Por fin se termina este año que no ha sido precisamente el mejor de mis años. Mucha muerte, demasiadas distancias, muchos silencios.
En parte debo admitir que es lo que he buscado, lo que quería, pero no es lo que esperaba.
En fin, errores de los que se debe aprender. Errores de los que se debe salir pronto... 
Mientras consigo salir de esta vorágine de médicos y hospitales, retomo unas páginas de Gestalt. Siempre quise dedicarme a ella aunque nunca tuve demasiadas oportunidades.
A ver que nos depara el futuro...
Dejaré por aquí un trocito de lectura:


(Del libro Psychotherapy from the Center: A humanistic view of change and growth, de Rahe Corlis y Peter Rabe; 1969):
- Ser de verdad no depende del material del que estés hecho - le contestó el caballito de cuero - Es algo que te sucede. Cuando un niño te quiere mucho, mucho tiempo, no sólo para jugar, sino que realmente te quiere, entonces te vuelves de verdad.
- ¿Sucede de golpe, como cuando te dan cuerda - preguntó el conejo - o sucede de a poco a poco?.
- No sucede de golpe - respondió el caballito de cuero - te vas transformando. Toma mucho tiempo. Por eso no le ocurre a los que se rompen fácilmente o tienen bordes filosos, o a los que deben guardarse con cuidado. Cuando llegas a ser de verdad, el amor de los niños te ha tirado casi todo el pelo y los ojos se te caen y tienes las articulaciones flojas y estás muy raído. Pero eso no importa, porque cuando eres de verdad no puedes ser feo, excepto para la gente que no entiende.
- Supongo que tú eres de verdad - dijo el conejo y de inmediato se arrepintió pensando que el caballo podía ofenderse. 
Pero el caballo sonrió y dijo: "El tío del niño me hizo de verdad. Eso fue hace muchos años, pero una vez que eres de verdad no puedes dejar de serlo. Dura para siempre".

No hay comentarios: