"El mundo se encargó de matizarnos en otros tonos, en otros
idiomas, en otros fracasos temporales. Con tu geografía agrietándose y la mía
rehuyendo nos fuimos encontrando en medio del silencio que supone el desamor.
¿Para qué, me pregunto, íbamos a intentar hallar sentido a
estos latidos acompasados por la locura que nos hace sonreír? Citas que no
serán nunca, frases que no podremos pronunciar, promesas de futuros que tampoco
acabarán por juntarnos, ni siquiera nos permitirán soñar ya.
¿Qué importa que mis intenciones fuesen turbias y las tuyas
una puta necesidad vestida de prisas? A nadie le importa aquello que se nos
refleja en las despedidas, que se nos escurre de entre las sombras y termina
ensuciando nuestras intenciones de mantenernos impolutos a lo largo de la
travesía del cotidiano.
Poco importan las guerras que procuremos ganar o las
batallas en que nos verán vencidos, lo cierto es que para el universo solo
acertamos siendo errores, porque el tiempo, por la geografía, por el qué sé yo
de la improbabilidad..."
Otro capítulo de Confesiones de mi Compulsión
No hay comentarios:
Publicar un comentario