jueves, abril 16, 2020

4 / CoVid19

ALTO ADIGE

Llegué a Bolzano a la noche. No tengo la más remota idea sobre cómo lo conseguí pero ahí estaba, con mi hermano arrastrando mi maleta y diciéndome que su depar no quedaba tan lejos... TAN. 
No exagero ni miento si digo queme parecía todo surreal. ¿Cómo es que uno de los Jaramillo Robayo termina en una isla diminuta en el Mediterráneo y el otro en un pueblín de Dolomitas? Convencionales no somos, desde luego.


¿Y entonces?
Pues a recorrer Italia, señores. Que para eso eran las vacaciones...

Era 17 de febrero. Un soleado y gélido 17 de febrero... y yo tendría que ir aprendiéndome las fechas porque después el interrogatorio por parte de las entidades sanitarias españolas iban a hacerme repetir todos los puntos de mi viaje... jajaja.

Para hacer un paréntesis existencial debo decirles que esas vacaciones cumplían con múltiples propósitos además de darme un descanso de lo cotidiano/desquiciante que resulta mi vida médica.
Por un lado estaba el poder compartir con mi hermano menor un par de semanas... para re-conocernos, para saber quiénes éramos entonces. La vida cambia y la gente cambia con las situaciones, con la geografía, con las distancias.
Los que me conocen saben lo tribal que resulto, lo amalgámica que soy con el tema de la familia. Mi hermano menor es parte de mi todo y diría yo que es un todo en mí misma... necesitaba estar ahí, con él, ver cómo estaba viviendo (aunque llevaba pocos meses), conocer su realidad.


Por otro lado, Italia es la segunda/prima patria que tengo. La familia de mi madre, concretamente el Don Cristellot, salió de Belluno rumbo a las Américas... y de no haber sido por tan desacertada/acertada idea, pues esa rama genealógica no existiría.
Italia no me fascina como destino turístico, probablemente porque es muy amplia al tiempo que cliché. Sin embargo, nunca se visitan demasiados museos en una vida.

Cumplir con el protocolo de pasear por el norte de Italia era lo más acertado en tiempos de pandemia jajaja... lo cierto es que aún nadie declaraba nada y los casos de infección seguían pareciendo cosas orwellianas... 

"Es como una gripe más" repetía yo todo el tiempo "lo que pasa es que como no sabemos nada del nuevo virus, todos hablamos y metemos miedo sobre lo desconocido"...



Ah sí... El recorrido.
Planeábamos quedarnos unos días en Venecia, unos en Florencia, Siena, Belluno... y obviamente, las respectivas paradas de tren-autobús que supusieran los tramos...
Venga, súmele puntos y juegue conmigo a las zonas rojas...

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